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viernes, 8 de mayo de 2015

Al Gigante de los Gigantes, en el 197 años de su natalicio.

Al gigante entre los gigantes, hoy a los 197 años de su natalicio, se podria escribir muchas paginas, señalando lo importante de su doctrina para un mundo mejor y realmente humano; sin embargo, solo tengo en mente una breves palabras para recordar esta fecha trascendental para la humanidad y por sobre todo para la clase revolucionaria llamada a transformar el mundo y a su vanguardia esclarecida, que se esfuerza por construir una organiacion politica realmente capaz de hacer la tarea historica.

197 AÑOS DESPUES

Gigante de barbas profusas,
Hoy conmemoramos tu natalicio,
197 años
Pero aun tus ideas iluminan el camino.

Gigante de ideales imperecederos,
Dicen que eres alemán,
Con sangre judía que irriga tu corazón,
Otros dicen que eres un europeo,
La verdad, eres del mundo entero.

Gigante de pensamientos profundos,
Quien bebe de tus ideas,
Ya no vuelve a ser igual,
Anhelando al mundo cambiar.

Gigante revolucionario ejemplar,
Los que te respetamos,
Tenemos pendiente la tarea histórica:
La revolución  realizar.

La intelectualidad burguesa
Omite hablar de ti,
Pretendiendo asi acallar
Todo estudio de tu doctrina.

Quienes somos,
¡Seguidores de Karl Marx!
Que pretendemos
¡al mundo revolucionar!

05 de Mayo de 2015

Charliejohn


domingo, 3 de mayo de 2015

Como entender el 1º de Mayo

Como entender el 1º de mayo. Hoy es un día de regocijo para los trabajadores del mundo. También hoy renace la esperanza de un mundo forjado por los trabajadores emancipados de la explotación capitalista.
Es cierto, cuando hablamos de proletariado, expresamos un concepto ya difícil de definir en estos tiempos, sin embargo, proletario, engloba a todo trabajador que no tiene más medio de subsistencia que su propio trabajo, sea este manual y/o intelectual; aunque el avance tecnológico haya alienado a muchos, ello no anula tampoco invalida el concepto marxista de proletario.
El avance tecnológico puede generar un ambiente de obnubilación, el acceso a comprar aparatos cada vez más sofisticados por parte del proletariado, no le quita su condición de clase. Aquí, hay que diferenciar entre condición de clase y conciencia de clase. El proletario tiene per se, por su posición social la condición de clase pero ello no significa que posea una conciencia de sí de tal condición (conciencia de clase) ni que tal conciencia le inflame en el pecho un ánimo revolucionario.
Cuando se dice revolucionario, las mentes más envenenadas la asocian con terrorismo, entonces deberíamos expresar que terrorismo es toda acción ejecutada por una organización con objetivos de amedrentamiento de la población, en otras palabras, su propósito es generar terror y por medio de ella realizar su proyecto político, religioso o ambos. Empero, cuando menciono la palabra revolucionario,  estoy haciendo referencia al deseo de cambiar el orden de cosas existente, para la realización de un proyecto político que supere al actual. Entonces, considero revolucionario a quien propone cambios rápidos en el entorno social, pudiendo estos ser de índole incruenta o/y cruenta. Valgan verdades, no conozco de ningún proyecto revolucionario que no haya ocasionado o requerido derramamiento de sangre. La revolución no se realiza para desangrar a alguien, sin embargo, más de las veces no puede impedirlo y en algunas situaciones la necesita; como lo dijera el gran J.D. Velosky “el árbol de la libertad se riega con sangre”, y que más proyecto libertario que la revolución.
El siglo XX ha estado lleno de revoluciones; cada una con sus matices, aunque ninguna ha sobrevivido a ese siglo, claro, con la excepción de Cuba y Corea del Norte. De ninguna manera deberíamos considerar a China, que de revolucionaria solo tiene los libros de Mao que aún se siguen imprimiendo, más que por considerarla luminaria revolucionaria, lo hacen por respeto a lo que significó Mao en su tiempo.
Corea del Norte, aunque con Kim Il Sung, se consideraba marxista-leninista, ahora, se autodenomina Juche. En cambio Cuba, con sus limitaciones, aún sigue como una nación socialista, en el sentido marxista de la palabra.
Pero, ¿Qué clase de revolución pregonamos? ¿Igual a las del siglo XX o diferentes? La revolución no debe perder su esencia, más sin embargo, debe también adecuarse a los tiempos actuales, pretender una revolución al estilo siglo XX es suicida y una falta de respeto a la tesis marxista del materialismo histórico “estudio concreto de la realidad concreta”; una revolución que necesariamente será diferente en la forma o en los caminos pero su fin será igual, pues ¿Por qué debería ser diferente en sus fines? Somos marxistas, y nuestro deber es la revolución, pero, también somos nietzscheanos, y nuestro imperioso deber es realizarla de forma superior.
En la actualidad, el proletariado solo cuenta con una organización internacional masiva y representativa como lo es la IV Internacional, sin embargo ella ha degenerado, deviniendo en defensora de la diversidad sexual y promotora de derechos a la minoría LTGB (lesbianas, transexuales, gay, bisexuales), ecologista, animalista. No digo que todo ello sea malo, ser ecologista o al menos respetuosa de la ecología es necesaria para nuestra propia continuidad como seres vivos, y el respeto a los animales, no merece más comentario al respecto, pues salta a la vista que ello es muestra de nuestra civilidad. Pero, la cosa se torna turbia cuando una organización proletaria como la IV Internacional, en su programa de lucha, incluye la orientación sexual sin tener ningún fundamento ideológico para ello (quizá la explicación se debe a que la mayoría de los dirigentes de la IV Internacional, no solo han descubierto la postura anticapitalista, sino también sus propias orientaciones sexuales y por ello tratan de reivindicar sus propios “deseos carnales”).
Falta una organización de talla internacional, pues el capital que explota al proletario es de índole internacional, por ello, en el Manifiesto Comunista, tanto Marx como Engels sentencian que “El proletariado no tiene patria”. Económicamente, el proletario no tiene patria, aunque socialmente lo tenga y aunque políticamente sea conveniente el patriotismo en algunos momentos. El nacionalismo dependerá del tipo que sea y de quien lo asume frente  quien lo dirige.
Hoy primero de mayo, la esperanza reclama acción. Nuestro aporte, insignificantes para muchos y fuera de contexto para otros, lograra en su momento cristalizar. La tarea es ardua, pero se nos va la vida en realizarla. El proletariado requiere de una organización política, con una férrea visión del mundo marxista y con ambiciones nietzscheanas.

¡Viva el 1º de mayo!

 01-05-2015