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lunes, 23 de marzo de 2015

Y, ¿para que sirve la ONU?


El libro redactado por el periodista Eric Frattini, nos invita a un recorrido desde sus orígenes de la Organización de las Naciones Unidas, para conocer los cimientos de corrupción que le dio nacimiento, sustento y aun permite su sostenibilidad.
Cuando uno comienza a leer las páginas del libro de Frattini, es normal y necesario preguntarse varias veces acerca de la utilidad de la ONU.
¿Es posible la paz sin la ONU? ¿es posible seguir viviendo en democracia sin la ONU? ¿Es beneficioso para los más desfavorecidos del mundo, la existencia de la ONU?
Las respuestas a estas y otras preguntas no dejan lugar alguno para el optimismo y para un porvenir provechoso y necesario de la ONU. La verdad es que muchas cosas serían mejor sin ella. Pues la Organización de las Naciones Unidas poco o nada ha realizado en favor de la paz, de la lucha contra la corrupción, en favor de los más necesitados del mundo y en el fortalecimiento de la democracia. Lejos, muy lejos de todo lo que hemos indicado, nos puede conducir un estudio serio y concienzudo acerca de las acciones internas y externas de la ONU.
Luego de leer el libro de Eric Frattini, uno termina asqueando el accionar de la diplomacia internacional y de las predicas de buena fe de aquellos altos funcionarios que supuestamente velan por la paz internacional.
A todo esto, vuelve una vez mas la necesaria y urgente pregunta: ¿y para qué sirve la ONU? Creo firmemente que sirve para los grandes intereses de los que viven gracias a las desgracias (guerras étnicas, corrupción, hambrunas, trata de personas, etc) de las ingentes multitudes del mundo.

Si alguna utilidad beneficiosa ha tenido y titne la ONU sera, fuera de toda duda, para los grupos de poder que rigen los destinos de la humanidad. 

Ante la ONU, nosotros nos oponemos y seguiremos empeñados en expresar nuestro internacionalismo marxista, aunque a muchos acefalos pueda parecerles fuera de lugar. Pues, parafraseando a Marx, el proletario es oprimido de forma internacional, por ende no tiene patria, en el sentido economico y ademas, su lucha es emancipadoramente internacional.


Charliejohn

domingo, 15 de marzo de 2015

LA HOMOSEXUALIDAD Y EL FIN DEL ESTADO LAICO



El jueves 12 de marzo del presente año, en el blog del periodista Raul Wiener, aparece un artículo de autoría del mencionado hombre de prensa, donde luego de leerla no queda más que hacer frente a este embate de quienes por doquier desean ser paladines de la homosexualidad en nuestro país.

Nuestro atribulado periodista, luego de conocer la derrota de la ley de la unión civil, nos dice que el archivamiento es debido a ideas retrogradas y que se ha contado para ello con el apoyo disimulado del gobierno. 

Creo que es inmensamente mezquino decir que el archivamiento de la ley de la unión civil sea de un pequeño grupúsculo de retrogradas. Señor periodista, la ley de la unión civil, no ha sido archivada por ideas retrogradas sino por el apabullante malestar que esta ley supone para la inmensa población en nuestro país. Dice usted, con la soberbia de quien no acepta la derrota, que quienes nos oponemos somos retrogradas, no señor, somos personas que pensamos que esta publicidad desmesurada a la homosexualidad en prensa escrita, radial, televisiva y en el ciberespacio, ya es odiosa para la población.

Para el señor Wiener, ser retrogrado es oponerse a la ley de la unión civil entre personas del mismo sexo, y en cambio apoyar tal iniciativa es propio de personas del siglo XXI; que pobre razonamiento. Y que lamentable, que este individuo sea calificado como hombre de izquierda.

Además, el señor de prensa dice que este archivamiento ha contado con el apoyo disimulado del gobierno de Ollanta Humala, eso es ridículo. Este gobierno de “supuesto nacionalismo” no endosa fuerza política a nadie ni a nada, y el archivamiento señor periodista se debió al rechazo y hartazgo de lo que supone entre líneas esa propuesta de ley del señor Carlos Bruce.

Señor periodista, quizá deseaba usted que ante la ley de la unión civil el pueblo peruano aplaudiera feliz. Más no fue así.

Pero, ¿Qué es lo malo de la ley de Carlos Bruce?, a una simple lectura, pareciera que todo es positivo, pues quienes han deseado vivir juntos una relación homosexual tienen derecho a un respaldo legal para el patrimonio que puedan generar y gozar de la protección del Estado, como cualquier pareja heterosexual; no se dice ni una sola palabra al matrimonio homosexual y a la adopción de hijos. concluyendo que esta ley es inofensiva.

Sin embargo, una lectura profunda y en perspectiva, nos permite avizorar la continuación de la ley, donde ganado un pequeño espacio, ya se tiene posibilidad de maniobra para la adopción de niños por parejas homosexuales, matrimonios civiles, penalización de todo lo que pueda parecer homofobico y la masificación publicitaria de la homosexualidad en nuestra sociedad. 

Por eso nos oponemos, no porque seamos retrógrados, señor periodista, sino por no ser tontos, pues sabemos lo que a continuación viene.

A quienes nos oponemos, el periodista Wiener nos tilda de homofóbicos y de tener posturas prejuiciosas. Señor periodista, nos oponemos firmemente porque consideramos que legislar por asuntos de preferencias sexuales es una grosería parlamentaria, que el asunto sexual es de cada quien, que la publicidad homosexual masiva que recibe nuestra población es por demás exagerada y apoyada por los “liberales y progresistas” de nuestra sociedad, causando severo e irreversible daño psicologico a nuestros menores de edad, quienes no pueden ya distinguir entre lo masculino y femenino, sexualmente hablando.

En el Congreso de la República, las fuerzas políticas que la integran se han dividido, entre quienes apoyan en ultima instancia la homosexualidad y quienes se oponen a una exposición masiva de las tendencias homosexuales. Y esta división, es un fiel reflejo de lo que viene pasando en la sociedad en pleno.

Algunos, tratan de atolondrar el debate, diciendo que el Congreso de la República debe legislar también a favor de las minorías, eso es bueno. Empero, no cuando se trata de asuntos puramente de preferencias, muchas veces debidos a una infancia de abuso sexual o a inducción por “malas amistades”.

Lo más notable, señor hombre de prensa, es lo poco usual que el congreso de la República logre sintonizar con el sentir de las grandes mayorías de la población peruana. 

Si el gobierno de Ollanta ha aprovechado este archivamiento para congraciarse con los sectores de las iglesias, es asunto del gobierno; lo importante, es que no podemos seguir promoviendo la desintegración de los valores de la sociedad, no es posible que tengamos que promover conductas sexuales (de interés de los que mantienen ese tipo de preferencia) a nivel de norma legal.

Claro que más allá de cálculos políticos, la votación tiene una implicancia de conciencia que ha enfrentado a los conservadores con los liberales, y ha acercado a estos últimos con la mayoría de la izquierda que ha asumido una posición contra la homofobia.

Esta parte de su artículo, señor Wiener, es una falta de respeto a quienes nos denominamos políticamente de izquierda. Como marxista, soy de izquierda y me identifico con ella; aunque no todo izquierdista tiene la obligación de ser marxista, el marxista si tiene el deber de integrar en el sector de la izquierda.

Cuando usted dice que la izquierda ha asumido una defensa de la diversidad sexual y clara lucha contra la homofobia, no se a que izquierda hace referencia, y ya que no puedo hablar a nombre de toda la izquierda, le diré que la izquierda marxista, tiene claro la posición que debe asumir ante este hecho, pues forma parte de la tradición marxista, el siguiente razonamiento sobre las relaciones de varon y mujer:

La relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre, es la relación del hombre con la mujer. En esta relación natural de los géneros, la relación del hombre con la naturaleza es inmediatamente su relación con el hombre, del mismo modo que la relación con el hombre es inmediatamente su relación con la naturaleza, su propia determinación natural. ” Manuscritos Economicos  y Filosóficos de 1844 [Tercer Manuscrito]. Karl Marx

Aunque, el señor periodista de la “izquierda pro homosexualidad” exprese que es de un oscurantismo citar un texto de mas de dos siglos para entender este problema, le diré que en asuntos de principios no se puede claudicar señor periodista, y considero que el razonamiento marxista que he citado es totalmente justo al definir la relación varon-mujer como asunto  de acorde a la naturaleza del hombre, entonces, la homosexualidad es fuera de lo normal, por ende anormal y producto de la degeneración de la sociedad de que se trata.

Nunca el marxismo consecuente podría fomentar el homosexualismo, ya que eso supondría defender la degeneración sexual de la sociedad burguesa y tratar de fortalecerla en la sociedad socialista. Algo impensable desde todo punto de vista.

Además, la homosexualidad es hondamente promiscua, y eso, me refiero a la promiscuidad es algo que, como diría Lenin por intermedio de Recuerdos sobre Lenin de clara Zetkin, lo siguiente: “Todo esto dará a la juventud más que las eternas conferencias y discusiones sobre problemas sexuales y sobre el dichoso derecho a "vivir su vida". ¡Cuerpo sano, espíritu sano! Ni monje ni don Juan, pero tampoco ese término medio del filisteo alemán. Seguramente, conoce usted a nuestro joven camarada X. I. Z., un muchacho magnífico, inteligentísimo. Pues, a pesar de todo, temo que no saldrá nada de él. No hace más que saltar de aventura en aventura femenina. Eso no sirve para la lucha política, ni sirve para la revolución. Yo me fío muy poco de la solidez, de la perseverancia en la lucha de esas mujeres en quienes la novela personal se entreteje con la política. Y tampoco me fío de los hombres que corren detrás de cada falda y se dejan pescar por la primera mujercita joven. Eso no se concilia con la revolución… El proletariado es una clase ascensional. No necesita embriagarse, ni como narcótico ni como estímulo. Ni la embriaguez de la exaltación sexual ni la embriaguez por el alcohol.”

Si con esto, el problema del apoyo a las homosexualidad no ha quedado claro, se debe a un problema de quien desea estar confundido, quizá por una inclinación sexual inconfesa o por un oportunismo degradante. Sea como fuera, el marxismo,  jamas apoyaría la defensa del homosexualismo.

También existen especímenes raros que sostienen una defensa de la homosexualidad y dicen hacerlo por estar de acuerdo con las Resoluciones de la Cuarta Internacional. Sobre el particular, diré que la Cuarta Internacional, no solo apoya la homosexualidad sino que en su seno alberga representantes de la homosexualidad (gay, travestis, lesbianas, transexuales, bisexuales, etc), sino que por el afán de tener cierta presencia, también se ha fusionado con ecologistas, feministas y tendencias variadas. La Cuarta Internacional ha corroído el marxismo, pretendiéndola sintonizar con el acontecer actual, deviniendo en una vulgar adulteración del marxismo, cuyo producto final es una mescolanza con un hedor indecible.

Tampoco, sirvan estas líneas para una pregonacion de la homofobia. Pero si un dia, este Estado burgues aprobara una ley a favor de la homosexualidad, pido desde ya, una ley que fortalezca el derecho de los homofóbicos para salvaguardar una vida digna y de respeto.

Como dice el periodista Wiener, el discurso presidencial de quienes aspiren a gobernar nuestro país, deberá contener una esperanza para la minoria homosexual que clama a voz en cuello ser reconocida ante la ley. De seguro, señor periodista, pero esto sucedera, por puro oportunismo y afan de ganar votos.

considero que mi rechazo a la ley promovida del señor bruce, es motivada por la ideologia que  nutre mi desempeño político, y no el afán de querer sonar "moderno" promoviendo practicas sexuales muy antiquisimas y degeneradas.

Charliejohn