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martes, 21 de julio de 2015

A Carlos Menacho Solis, El Poeta Social


Al poeta le digo:
Nunca te he visto
un verso escribir.

El poeta expresa:
                ¡Canto Gallo querido
                                               Barrio de mis amores!
                ¡Canta Gallo querido
                               Lugar que me viste nacer!
                ¡Canta Gallo querido
                               Fuente de mi inspiración!

Replico entonces:
                Viejo compañero
                Que de nuevo
Nos traes hoy.

El poeta contesta:
                               Recortes de periódicos
                                               Pegados en un Boletín.
                               Luchemos contra el imperialismo
                                               De los pobres soy su paladín.

Interrogo:
                                               Eres político o poeta
                                                               O ambos a la vez
                                                               Nunca un verso de ti escuche
                                               Pero en tu rima hay bella prosa.

El poeta exclama:
                               Ser poeta acaso
                               Impide ser político
                               Yo la pluma empleo
                               Y el puño en alto levanto.


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Gracias compañero Carlos Menacho Solís, de ti aprendí mucho y aún sigo aprendiendo…


Charliejohn

viernes, 17 de julio de 2015

La Orientación Sexual, desde la perspectiva marxista nietzscheano

Lo que fue en su momento el proyecto de ley del Congresista Bruce. Proyecto de ley que contó con el respaldo de ciertos personajes con cobertura televisiva y de presencia en las redes sociales. Y aunque, el asunto de la ley de Bruce acerca de la unión civil entre personas del mismo sexo, es cosa del pasado, el tema es de enorme actualidad.

Ya en un artículo anterior, me opuse a la sola idea de la aprobación de tal iniciativa legislativa de unir civilmente a personas del mismo sexo, y critique la postura de cierta gente de izquierda, como la de Raúl Wiener, por estar de acuerdo con ella. Exprese también en su momento que es una aberración ideológica achacar al marxismo la defensa de tal orientación, pretendiendo que debemos defender tendencias sexuales de las minorías. Aquí no repetiré lo ya dicho anteriormente.

Sin embargo, no se puede esperar nada menos de una corriente de pensamiento político que anhela abrirse paso entre tanta maraña de confusión, sino el tratar temas de la “cotidianidad” sin perder de vista los temas de la “contemporaneidad”, y por sobre todo, la visión del mundo que respalda al edificio ideológico y a la propuesta política. Porque, es ahí precisamente, en asuntos cotidianos y contemporáneos, donde se debe expresar la posición asumida, sin ambages, pues el aislamiento de lo cotidiano lo vuelve “purista e ineficaz” y el olvido de lo contemporáneo demuestra lo “castrado y fuera de la realidad” que se puede estar.

Antes de seguir, es necesario que cavilemos un poco sobre “El homosexual”, y a nuestro modo de contemplar el asunto y conceptualizarlo, sostenemos que es una persona que se haya en la encrucijada de saber quién es, la indefinición lo persigue tormentosamente y una forma de evadirlo es mediante la hipocresía y el autoengaño, aparentando lo que no es para satisfacer lo que pretende ser.


Expresado nuestro concepto de la homosexualidad y otras conductas anormales de la sexualidad, y entendiendo que tal conceptualización no contradice en nada los rudimentos del marxismo y de la postura nietzscheana, proseguimos en nuestra exposición de nuestra postura.

Algunos sostienen, por su tendencia sexual o por su rastrero deseo de contar con votos electorales, que no reconocer los derechos a las personas con diversidad sexual, nos pinta como personas anticuadas, anquilosadas en el pasado, empero, yo no sé qué moderno puede tener la sexualidad entre hombres del mismo sexo, así como también otras tendencias sexuales anormales, tales como el bestialismo, pedofilia, entre otras. Los que se dicen modernos, no son más que paladines de sus propias orientaciones sexuales, y que emplean el término de “cavernario” para esgrimir una defensa imposible de algo que no es para nada moderno ni tiene que ser aceptado mayoritariamente como normal, cuando no lo es.

Una característica de la homosexualidad es la promiscuidad que le es inherente, y si hablamos de promiscuidad, entonces no podemos dejar de recordar las críticas de Lenin al respecto, pues estar enredándose en amoríos cada vez con mayor continuidad, no deja espacio alguno para un adecuado comportamiento político.

Nosotros, como ya lo hemos declarado, no nos sentimos comprometidos con la democracia liberal burguesa, que pretende apañar conductas sexuales fuera de lo común, ni con la izquierda moderna, que al carecer de presencia electoral, quiere ganarse el cariño y la aceptación del sector homosexual peruano. No creemos en la pluralidad política ni en el pedido de votos, y por ello, nuestra posición es genuina y ajena a cualquier acomodo electoral.

El marxismo nietzscheano trata al asunto homosexual, con la misma postura que otrora asumiera el marxismo leninismo clásico, considerando como una expresión más de la descomposición moral de la sociedad burguesa y capitalista; situación que de lejos no podrá reproducirse en la sociedad superior futura de los productores libres.



Charliejohn

lunes, 6 de julio de 2015

Y ¿Qué de la Salvación?


“¿Entonces acerca de qué hemos estado disputando por estos treinta años? Me temo que, acerca de palabras”. Juan Wesley

Brian Gray, de una forma clara, amena y sencilla, en su Folleto cuyo título es: LA HISTORIA Y EL FRUTO DEL MENSAJE MODERNO DE SALVACIÓN, expone las razones luteranas, wesleyanas, anabaptistas, pentecostés y otros al respecto de la salvación. Salvación, si ella es por “solo fe”, “por gracias de Dios”, “por obras (obediencia)”.

Aunque, sin tener la capacidad de Brian Gray, ni las motivaciones de él, quisiera, si se me permite, comenzar mi comentario, recordando las palabras con las que predicaba Juan El Bautista, quien según San Mateo 3:2 expresaba “y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Asimismo, el propio Jesús según San Mateo 4:17 predicaba “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”

Estas dos citas bíblicas, hasta para el más neófito en asuntos bíblicos, no pueden dejar dudas acerca de que la salvación transita el camino del reconocimiento del pecado, la negación del mismo mediante el arrepentimiento y la superación del estado anterior mediante demostraciones dignas de arrepentimiento.

Si bien es cierto, que en otra parte del nuevo testamento se sostiene que “por gracias sois salvos”, esa gracia o regalo es dado por Dios, ya que él sabe quién merece ser salvo y quien no, pues “por sus frutos los conoceréis”, entendiendo por frutos, las obras de arrepentimiento y sujeción a las pisadas de “aquel que os llamo a su luz admirable”.

La sola fe, como doctrina teológica, es controvertida, pero como estrategia publicitaria, es hondamente agradable al público. La salvación por el solo hecho de estar convencido de ello, convierte al evangelio en un método de “sentirse bien espiritualmente” aunque sea con mentiras.

Creer que se es salvo por el mero hecho de estar convencido de aquello, solo puede ser producto de un cristianismo “amigo del mundo” y por ende constituido “en enemigo de Dios.”

El cristianismo, está siendo erosionado desde dentro. Son los mismo cristianos quienes compiten cada día en quien se leja más de las enseñanzas de Jesús, utilizando en algunas oportunidades al mismísimo Pablo para “arreglar” a Jesús; cuando lo correctamente hermenéutico seria entender a Pablo mediante las palabras de Jesús.

Como saber si se es salvo, a pesar de nuestra innata iniquidad, pues como dice David en un Salmo: “…y en pecado me concibió mi madre”. De hecho que no será un mero sentimiento de seguridad, sino la fe que es revestida por las obras, pues si la fe carece de obras, como lo dijo Santiago “es muerta” y si aquella fe carece de vida, no puede ser la fe en un Dios vivo. Solo la fe en Dios, con una demostración pública de frutos dignos de arrepentimiento hará posible la gracia de la salvación que es potestad de Dios.

Y todo esto, creo, obedece a una lógica teológica sencillísima, la predicación al inconverso debe estar centrado, no en el amor de Dios al pecador, sino en el reconocimiento de su naturaleza pecadora (ejemplo, la primera predicación de Pedro en el Pórtico de Salomón), lo cual dará lugar al arrepentimiento y como consecuencia, al gozo del amor de Dios hacia el hombre, quien no escatimo ni a su propio hijo para salvar a la humanidad, por consiguiente el hombre arrepentido debe conducirse dando frutos dignos de arrepentimiento y buen testimonio, pues la salvación es una gracia otorgada por Dios, pues el mismo reclama “ser santos como yo soy santo”.

El arrepentimiento y la fe en la salvación no es un cheque en blanco ni un salvoconducto para que de ahí en adelante se descuide una vida que prescribe “tomar una cruz” siguiendo las pisadas del maestro.



Charliejohn