Lo sindical, ideológico y lo político, tres frentes de lucha, de continuo batir ideas y acciones en favor de
un cambio sustancial de la sociedad; frentes de combates tan válidos, hoy, en
pleno siglo XXI, formas de luchas que es necesario tomar en serio, más sin
embargo, ya han aumentado, y al clásico esgrimir de “fusiles”, hoy se agrega un
blandir de “laptop”. La esencia es la misma, el propósito único, aunque variada
la forma.
En un ambiente de frecuente
desarrollo tecnológico, de masiva digitalización del capital, no organizar un
contingente de luchadores por el cambio social desde la esfera tecnológica, no
solo es absurdo sino falto de todo tino combativo. Con el capital
digitalizándose cada vez más, se apertura una nueva forma de lucha, la
tecnológica, que, conjuntamente con las tres anteriores, habrá que potenciar.
Hacia dónde vamos, no hay más que
dirigirse con todo, sin temor de arremeter en el camino contra pequeños
escollos y sin condolerse por los excesos y eventualidades que surgirán; el fin
justificara los medios al término de la tarea histórica.
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