El jueves 12
de marzo del presente año, en el blog del periodista Raul Wiener, aparece un artículo
de autoría del mencionado hombre de prensa, donde luego de leerla no queda más
que hacer frente a este embate de quienes por doquier desean ser paladines de
la homosexualidad en nuestro país.
Nuestro
atribulado periodista, luego de conocer la derrota de la ley de la unión civil,
nos dice que el archivamiento es debido a ideas retrogradas y que se ha contado
para ello con el apoyo disimulado del gobierno.
Creo que es inmensamente mezquino
decir que el archivamiento de la ley de la unión civil sea de un pequeño grupúsculo
de retrogradas. Señor periodista, la ley de la unión civil, no ha sido
archivada por ideas retrogradas sino por el apabullante malestar que esta ley
supone para la inmensa población en nuestro país. Dice usted, con la soberbia
de quien no acepta la derrota, que quienes nos oponemos somos retrogradas, no
señor, somos personas que pensamos que esta publicidad desmesurada a la
homosexualidad en prensa escrita, radial, televisiva y en el ciberespacio, ya
es odiosa para la población.
Para el
señor Wiener, ser retrogrado es oponerse a la ley de la unión civil entre
personas del mismo sexo, y en cambio apoyar tal iniciativa es propio de
personas del siglo XXI; que pobre razonamiento. Y que lamentable, que este
individuo sea calificado como hombre de izquierda.
Además,
el señor de prensa dice que este archivamiento ha contado con el apoyo
disimulado del gobierno de Ollanta Humala, eso es ridículo. Este gobierno de “supuesto
nacionalismo” no endosa fuerza política a nadie ni a nada, y el archivamiento señor
periodista se debió al rechazo y hartazgo de lo que supone entre líneas esa
propuesta de ley del señor Carlos Bruce.
Señor periodista, quizá deseaba usted que ante la ley de la unión civil el pueblo
peruano aplaudiera feliz. Más no fue así.
Pero, ¿Qué
es lo malo de la ley de Carlos Bruce?, a una simple lectura, pareciera que todo
es positivo, pues quienes han deseado vivir juntos una relación homosexual
tienen derecho a un respaldo legal para el patrimonio que puedan generar y
gozar de la protección del Estado, como cualquier pareja heterosexual; no se
dice ni una sola palabra al matrimonio homosexual y a la adopción de hijos. concluyendo que esta ley es inofensiva.
Sin
embargo, una lectura profunda y en perspectiva, nos permite avizorar la continuación
de la ley, donde ganado un pequeño espacio, ya se tiene posibilidad de
maniobra para la adopción de niños por parejas homosexuales, matrimonios
civiles, penalización de todo lo que pueda parecer homofobico y la masificación
publicitaria de la homosexualidad en nuestra sociedad.
Por eso nos oponemos,
no porque seamos retrógrados, señor periodista, sino por no ser tontos, pues
sabemos lo que a continuación viene.
A quienes
nos oponemos, el periodista Wiener nos tilda de homofóbicos y de tener posturas
prejuiciosas. Señor periodista, nos oponemos firmemente porque consideramos que
legislar por asuntos de preferencias sexuales es una grosería parlamentaria,
que el asunto sexual es de cada quien, que la publicidad homosexual masiva que
recibe nuestra población es por demás exagerada y apoyada por los “liberales y
progresistas” de nuestra sociedad, causando severo e irreversible daño psicologico a nuestros menores de edad, quienes no pueden ya distinguir entre lo masculino y femenino, sexualmente hablando.
En el
Congreso de la República, las fuerzas políticas que la integran se han
dividido, entre quienes apoyan en ultima instancia la homosexualidad y quienes
se oponen a una exposición masiva de las tendencias homosexuales. Y esta división,
es un fiel reflejo de lo que viene pasando en la sociedad en pleno.
Algunos,
tratan de atolondrar el debate, diciendo que el Congreso de la República debe
legislar también a favor de las minorías, eso es bueno. Empero, no cuando se
trata de asuntos puramente de preferencias, muchas veces debidos a una infancia
de abuso sexual o a inducción por “malas amistades”.
Lo más
notable, señor hombre de prensa, es lo poco usual que el congreso de la República logre sintonizar con el sentir de las grandes mayorías de la población
peruana.
Si el gobierno de Ollanta ha aprovechado este archivamiento para
congraciarse con los sectores de las iglesias, es asunto del gobierno; lo
importante, es que no podemos seguir promoviendo la desintegración de los
valores de la sociedad, no es posible que tengamos que promover conductas
sexuales (de interés de los que mantienen ese tipo de preferencia) a nivel de
norma legal.
“Claro
que más allá de cálculos políticos, la votación tiene una implicancia de
conciencia que ha enfrentado a los conservadores con los liberales, y ha
acercado a estos últimos con la mayoría de la izquierda que ha asumido una
posición contra la homofobia.”
Esta parte
de su artículo, señor Wiener, es una falta de respeto a quienes nos denominamos
políticamente de izquierda. Como marxista, soy de izquierda y me identifico con
ella; aunque no todo izquierdista tiene la obligación de ser marxista, el
marxista si tiene el deber de integrar en el sector de la izquierda.
Cuando usted
dice que la izquierda ha asumido una defensa de la diversidad sexual y clara
lucha contra la homofobia, no se a que izquierda hace referencia, y ya que no
puedo hablar a nombre de toda la izquierda, le diré que la izquierda marxista,
tiene claro la posición que debe asumir ante este hecho, pues forma parte de la
tradición marxista, el siguiente razonamiento sobre las relaciones de varon y
mujer:
“La
relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre, es la
relación del hombre con la mujer. En esta relación natural de los géneros, la relación
del hombre con la naturaleza es inmediatamente su relación con el hombre, del
mismo modo que la relación con el hombre es inmediatamente su relación con la
naturaleza, su propia determinación natural. ” Manuscritos Economicos
y Filosóficos de 1844 [Tercer
Manuscrito]. Karl Marx
Aunque, el
señor periodista de la “izquierda pro homosexualidad” exprese que es de un
oscurantismo citar un texto de mas de dos siglos para entender este problema,
le diré que en asuntos de principios no se puede claudicar señor periodista, y
considero que el razonamiento marxista que he citado es totalmente justo al
definir la relación varon-mujer como asunto
de acorde a la naturaleza del hombre, entonces, la homosexualidad es
fuera de lo normal, por ende anormal y producto de la degeneración de la
sociedad de que se trata.
Nunca el
marxismo consecuente podría fomentar el homosexualismo, ya que eso supondría defender
la degeneración sexual de la sociedad burguesa y tratar de fortalecerla en la
sociedad socialista. Algo impensable desde todo punto de vista.
Además, la
homosexualidad es hondamente promiscua, y eso, me refiero a la promiscuidad es
algo que, como diría Lenin por intermedio de Recuerdos sobre Lenin de clara
Zetkin, lo siguiente: “Todo esto dará a la juventud más que las eternas
conferencias y discusiones sobre problemas sexuales y sobre el dichoso derecho
a "vivir su vida". ¡Cuerpo sano, espíritu sano! Ni monje ni don Juan,
pero tampoco ese término medio del filisteo alemán. Seguramente, conoce usted a
nuestro joven camarada X. I. Z., un muchacho magnífico, inteligentísimo. Pues,
a pesar de todo, temo que no saldrá nada de él. No hace más que saltar de
aventura en aventura femenina. Eso no sirve para la lucha política, ni sirve
para la revolución. Yo me fío muy poco de la solidez, de la perseverancia en la
lucha de esas mujeres en quienes la novela personal se entreteje con la
política. Y tampoco me fío de los hombres que corren detrás de cada falda y se
dejan pescar por la primera mujercita joven. Eso no se concilia con la
revolución… El proletariado es una clase ascensional. No necesita embriagarse,
ni como narcótico ni como estímulo. Ni la embriaguez de la exaltación sexual ni
la embriaguez por el alcohol.”
Si con esto, el problema del apoyo a las homosexualidad no ha quedado
claro, se debe a un problema de quien desea estar confundido, quizá por una inclinación
sexual inconfesa o por un oportunismo degradante. Sea como fuera, el marxismo, jamas apoyaría la defensa del homosexualismo.
También existen especímenes raros que sostienen una defensa de la
homosexualidad y dicen hacerlo por estar de acuerdo con las Resoluciones de la Cuarta Internacional. Sobre el particular, diré que la Cuarta Internacional, no
solo apoya la homosexualidad sino que en su seno alberga representantes de la homosexualidad
(gay, travestis, lesbianas, transexuales, bisexuales, etc), sino que por el afán
de tener cierta presencia, también se ha fusionado con ecologistas, feministas
y tendencias variadas. La Cuarta Internacional ha corroído el marxismo, pretendiéndola
sintonizar con el acontecer actual, deviniendo en una vulgar adulteración del
marxismo, cuyo producto final es una mescolanza con un hedor indecible.
Tampoco, sirvan estas líneas para una pregonacion de la homofobia. Pero si
un dia, este Estado burgues aprobara una ley a favor de la homosexualidad, pido
desde ya, una ley que fortalezca el derecho de los homofóbicos para salvaguardar
una vida digna y de respeto.
Como dice el periodista Wiener, el discurso presidencial de quienes aspiren a gobernar nuestro país, deberá contener una esperanza para la minoria homosexual que clama a voz en cuello ser reconocida ante la ley. De seguro, señor periodista, pero esto sucedera, por puro oportunismo y afan de ganar votos.
considero que mi rechazo a la ley promovida del señor bruce, es motivada por la ideologia que nutre mi desempeño político, y no el afán de querer sonar "moderno" promoviendo practicas sexuales muy antiquisimas y degeneradas.
Charliejohn
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