No se sorprenda nadie que,
en estos días aparezcan mas “líderes opositores a Burgos”, ahora
que la noticia sobre el desbalance patrimonial y otras “perlitas” del alcalde
Carlos Burgos es investigado en la prensa y en la fiscalía; anima la aparición
espontanea de gente que cree ser la solución a los problemas de San Juan de
Lurigancho.
La consigna, muy en boga, “Cualquiera,
menos Burgos”, se ha convertido en caldo de cultivo para que afloren
por doquier “supuestas personalidades” que pretenden reemplazar al
burgomaestre actual y acabar con “todo vestigio de corrupción”. Sin
embargo, cada “nuevo líder”, se postula mas incompetente que el anterior; en
San Juan de Lurigancho, ya van más de 33 “candidateables”, aquí la variedad no
supone un ambiente maravilloso para escoger, nos están colocando a la ingrata
situación de escoger “entre mocos y babas”; pues la
verdad, en San Juan de Lurighancho acontece lo que podemos vislumbrar a nivel
nacional, una total carencia de reales líderes políticos y solo asistimos a
observar “cada Cantinflas” más pintorescos que el anterior.
Claro, hay gente con buenas
intenciones, pero, ¿eso bastara para hacer una buena gestión edil? Hay algunos
que pregonan la vieja cantinela de “la tarea histórica de la juventud”,
que solo la “juventud tiene la salvación”, esta diatriba esta recontra
avejentada y solo es usada por demagogos que evidencian “total acefalia”.
Es constitucionalmente
valido que cualquier hijo de vecino postule a la alcaldía, pero no creo que
todos tengan la capacidad para ello, hay que empezar por ser “honestos
con uno mismo”, sino solo viviremos en una burbuja ilusoria que, lejos
de contribuir a la solución, empeora más la situación. Si no somos honestos en
nuestras incapacidades, entonces, salta a la vista que no seremos mejor que el
actual Sr. Alcalde.
Es también cierto que, la
gestión edil actual es insostenible por
“todas las perlitas” que cada día salen a relucir, ni las
campañas gastronómicas (léase Cena de la Central Cívica de San Juan de
Lurigancho) pueden ya limpiar el rostro embarrado de una gestión que demuestra
ser “ducha
para cosas no tan licitas e incapaz para afrontar problemas serios del distrito”;
aunque, si hay una real encuesta, Carlos Burgos Horna aun cuenta con las preferencias
de la mayoría de la población, ( ¡Hic
Rhodrus, Hic Salta!), he aquí la tarea de la “oposición”: el hacer
docencia tocante que una gestión edil no solo debe ser honesta y democrática,
sino también aparentarla, que no basta solo en el recojo de la basura, sino en
tener las cuentas claras sobre los gastos efectuados, que no solo es necesario
dar desayuno un día a la semana, sino tener una visión más amplia de la pobreza
distrital, que “comprar dirigentes” no es la única forma de hacer que la población
participe en la gestión edil, etc.
Pero, con “esta
oposición”, variopinta en rostros, pero homogénea en incapacidad, no
creo que se pueda hacer la tarea, pues está conformada por “lideres”
de grupetes de amigos, carentes de toda mística. Aunque, como dijo un líder
ingles, Oliver Cromwell, “cuando las cosas empeoran, es porque
comenzaran a mejorar”, creo firmemente que todavía hay porvenir
venturoso para nuestro amado distrito de San Juan de Lurigancho.
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