La Antigua Homilía
(Secunda Clementis), es un escrito perteneciente a la etapa cristiana
primitiva, donde se establece puntos importantes de la fe cristiana, tales como
la salvación, la iglesia, obediencia, condenación, vida piadosa,
arrepentimiento, blasfemia del nombre, oración, ayuno, limosna, la fe, el reino
de Dios.
Todas estos puntos
doctrinales, de gran relevancia en la época en que fue escrita la Antigua
Homilía (Secunda Clementis); importante para los cristianos y los líderes
cristianos, para cimentar su fe y el movimiento que de ella surgió.
Un punto importante a
resaltar en esta Antigua Homilía (Secunda Clementis), es el reconocimiento de
nuestra naturaleza pecadora, la cual nos convoca al arrepentimiento, al
reconocimiento de la majestad de Dios y de la salvación obtenida mediante la
muerte de su hijo Jesús, esto evidencia un cambio en la vida de la persona,
volviéndolo obediente a los designios de Dios, mostrando una vida piadosa y
digna, no buscando más los “tesoros
mundanos” sino los “tesoros
celestiales incorruptibles”, una vida que sigue las pisadas del salvador Jesús,
hijo unigénito de Dios, cabeza de la iglesia, fundada desde los orígenes del
mundo y manifestada en los tiempos presentes y venideros.
La doctrina esgrimida
en la Antigua Homilía (Secunda Clementis), está lejos de la contaminación del “cristianismo moderno”, lejos de la
vulgar avaricia de los diezmos y de la charlatanería seudocristiana, más
empapada de metafísica que de las sagradas escrituras.
En la Antigua Homilía
(Secunda Clementis), encontramos reflexiones de índole religioso importantes
para conocer, de las primeras manos, aquello que denominamos cristianismo, y
que hoy dista mucho de lo que fue en sus orígenes.
Un punto también a
resaltar, es el total desapego a las cosas materiales y a los beneficios por
ser hijos de Dios, pues en la Antigua Homilía (Secunda Clementis), se nos hace
mención que “no se aflija el que es
piadoso si es desgraciado en los días presentes, pues le esperan tiempos de
bienaventuranza. Volverá a vivir en el cielo con los padres y se regocijara durante
toda una eternidad sin penas”. Un mensaje totalmente opuesto al actual, que
se preocupa en lo inmediato y en la
prosperidad, dejando la vida piadosa en tercer lugar.
Y no podía terminar
este comentario, sin hacer mención a la expresión filosófica que se esgrime en
la Antigua Homilía (Secunda Clementis), que a pesar que es empleada para
fundamentar una visión doctrinal y teológica, emplea una terminología “Parménides”, y no nos debe sorprender,
pues los romanos bebieron de la cultura griega y los cristianos se
desarrollaron en la conquistadora Roma; encontramos en la Antigua Homilía
(Secunda Clementis), la siguiente expresión: “Él nos llamó cuando aún no éramos, y de nuestro no ser, Él quiso que fuéramos”.
Entonces nuestro no ser llego a ser por medio de la voluntad divina y nuestra
salvación depende de su elección. Eso también suena a “Calvino”.
Deberíamos conocer a
mayor profundidad la mística cristiana, ese afán de morir por sus ideales,
mostrado por los primero cristianos, esa obediencia que rompe toda razón; pues,
gracias a esa visión de la vida, es que nos llegó a nuestros días, a pesar de
toda la adulteración moderna, la doctrina cristiana.
Charliejohn
02-08-2015
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