Buscador

lunes, 22 de junio de 2015

Aclarando a Oswaldo de Rivero


Desde siempre, han existido personas con buenas intenciones, es más, hay un dicho popular que reza que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Considero que Oswaldo de Rivero, es un hombre con buenas intenciones, que desencantado de la lucha social, ha entrado en crisis ideológica y política y se cree con la suficiencia necesaria para armonizar el capitalismo desde el mismo capitalismo, y por eso, en un acto de atrevimiento interesante, sale a la luz un ensayo de su autoría en el Diario UNO. En dicha publicación, este caballero “sin caballo” pretende contestar la interrogante de una nueva izquierda y da lecciones de economía mundial, política mundial, de ideología moderna y corrige a Marx. Oswaldo de Rivero es todo un “señor Mijailosky”, que ha leído mucho pero entendido nada.

Antes de aclarar ciertos puntos que trata atrevidamente el señor Oswaldo de Rivero, debo decir que un marxista es de izquierda obligadamente, pero que un izquierdista puede no ser marxista; en el ancho universo de lo que se denomina izquierda, existen variadas tendencias y posiciones que difieren del marxismo y no tendrían tampoco que ser obligadamente marxistas.

Expresar en estos día una predica antimperialista puede sonar romántico y bonito, la verdad es que una postura anticapitalista, está más acorde a nuestros tiempos, es lo que, a mi modestísimo modo de entender las cosas, corresponde a una postura marxista en estos tiempos. Un anticapitalismo, que respete la ecología, que entienda de ecología, que defienda la ecología, pues el capitalismo actual, con su vorágine de consumismo y producción con energía fósil, está destruyendo el planeta como nunca antes se ha visto, estando nuestra existencia en grave peligro. Y cuando expreso una postura ecológica dentro del marxismo, no es como un asunto de estrategia electoral o táctica para generar alianzas, sino que debe ser un tema transversal que se halle hoy más que nunca vinculado a cada “tema clásico” del marxismo.

El señor Oswaldo de Rivero, nos alecciona sobre economía y expresa muy orgulloso su “descubrimiento de América”, que no hay un capitalismo sino que son muchos capitalismos. Qué bonita cosa. Mi apreciado señor Oswaldo de Rivero, no existen varios capitalismos, sino diferentes formas de manifestación del capitalismo, dependiendo de las particularidades en donde se desarrolla. Decir lo contrario solo causa confusión y no contribuye en nada a esclarecer el asunto.

Que, una nueva izquierda debe luchar por una real libertad de mercado, de veras, es innovador, al menos eso creo. Sin embargo, sostener que la izquierda tradicional parangona el mercado al capitalismo y que olvida que el mercado es anterior a él, es una grosería. Hay ignorantes, que seguro dirán que el capitalismo creó el mercado, lugar de intercambio de bienes, pero de ahí a generalizar, es una reverenda grosería. Ligar el capitalismo al intercambio de bienes, y que sin él ya no lo habría, es un pobre razonamiento. La existencia del mercado fue antes al capitalismo y sobrevivirá después de él. La experiencia histórica así lo demuestra, me refiero a lo que se denominó “socialismo real”. Sin embargo ello no anula la planificación de la economía nacional.

Expresar que se debe abogar por una libertad de trabajo internacional, al igual que una libertad de mercado que no conoce restricciones, que se debe exigir la abolición de los monopolios, oligopolios, carteles, el proteccionismo de las grandes economías a sus agriculturas e industrias, parece una buena broma, pero hay gente que realmente cree esto posible. El capitalismo contra el capitalismo, con medidas capitalistas, no hay nada más estúpido que eso.

Estudiar la realidad concreta del abismo social en el mundo, de la concentración de la mitad de la riqueza mundial en manos del 1% de la población, es bueno, pero sugerir medidas correctivas jugando con las reglas del capitalismo, es ilusorio y perder el tiempo. El capitalismo no puede curarse a sí mismo. Los  30 años de neoliberalismo, llamado "falso liberalismo" ha acrecentado la brecha social, y ha "re-concentrado" en pocas manos toda la fortuna generada. Acaso esto no lo había señalado Marx, parece que hay que leer a Marx más que a estos economistas “super actualizados”.

Una tesis encubierta del señor Oswaldo de Rivero en su publicación, es que ya no existe el proletariado. La desproletarizacion se debe a la revolución tecnológica, que con software automatizadores de la producción y con la intervención de robots vuelve innecesario la clase proletaria. Ordenemos las ideas, el avance tecnológico es no solo previsto sino saludado por el marxismo, todas las ideas de Marx, Engels y Lenin tuvieron siempre presente al avance de la ciencia y la tecnología. Que las empresas han cambiado a ingentes personas por unas cuantas maquinas controladas desde un ordenador, mediante un software, es producto del avance científico y tecnológico. Pero, ello no nos da el derecho a decir que la economía se ha desproletarizado por completo, que ella ya no es la clase de vanguardia. Reducir el concepto de “proletariado” solo al recinto fabril es un desconocimiento descomunal de tal concepto. Los proletarios no son solo “manufactureros” o “manuales”, sino de servicios e intelectuales; pues si eliminamos al proletariado, ¿Qué clase seria la llamada a realizar el cambio social? Según el señor Oswaldo de Rivero, sería la clase media. Este caballero “quiere jugar ajedrez con la baraja española”.

El proletariado ha sido negado no tres veces antes del “cantar del gallo” sino cientos de veces desde la primera vez que fue enunciada su existencia, por aquellos “Pedros temerosos de perder la vida”, así que no impresiona mucho, que una vez más, el proletariado es dado de baja y sacado por la puerta trasera por un “Pedro”. También el proletariado ha tenido sus “Judas”, que por unas monedas han preferido traicionar a la real clase de vanguardia, llamada por la historia a realizar la revolución y remontarnos del horizonte capitalista a otro superior.

Que la vanguardia es la clase media, que con vocación democrática y una economía de libre mercado, es la solución a la brecha social. Considero que aquí se confunde solución con paliativos. Una cosa da fin a algo, lo otro, solo calma el dolor pero alarga la agonía.

La publicación del señor Oswaldo de Rivero, aparecido en un suplemento del Diario UNO, el 21 de junio de 2015, postula la siguiente tesis, bien claro una vez Marx dijo, no hay que mirar la boca de alguien que dice algo, sino mirarle las manos para saber qué hace. Este caballero ilustre, es otro paladín del orden social burgués, defensor del capitalismo y “elemento corrosivo” dentro de la masa que lucha por el cambio social, y no por un “paliativo” reformador.

Su tesis central, lo expresa en la parte final de su ensayo, y lo pinta de cuerpo entero como uno más que pretende ser innovador pero no pasa de ser un simple “iluso” para sí e “ilusionista” para la masa social:

 "En conclusión, una nueva izquierda debe defender a una clase media descontenta, apoyar la democracia, respetar la propiedad privada y orientar la economía de mercado hacia las necesidades de la mayoría para reducir el abismo social, y ser sobre todo aliada del planeta para hacer compatible la economía de mercado con la ecología."


Charliejohn

No hay comentarios:

Publicar un comentario